Por Juan Tomás Valenzuela
La dislocación aviesa
del padrón electoral,
tan solo busca diezmar
al pueblo en su gran empresa.
Con esta indelicadeza
del señor César Castaños,
se le pretende hacer daño,
no solo al voto extranjero,
sino a todo un pueblo entero
que ya no se llama a engaño.
Se está haciendo un mamotreto
con la lista de votantes
de forma vil, irritante
y sin el menor respeto.
El despreciable sujeto
que está al frente del proceso,
opera de modo avieso
a favor del presidente,
de la chopa de los dientes
y del penco bola e’ queso.
Pero si de mi se trata,
pueden ubicar mi mesa
en casa de Berlinesa,
de Marchena o de la Tata,
porque a ese pan de batata
que tienen de candidato,
le haré pasar un mal rato
el 5 del mes que viene,
y por más que desordenen,
aquí acaba su mandato.
Aunque ubiquen mi colegio
en la China de Formosa,
a esa dientona azarosa
que ha hecho tanto sacrilegio,
le haré que los privilegios
(siempre mediante el sufragio)
los pierda en este naufragio
que en julio les viene encima,
ya sea mediante estas rimas
o mediante algún contagio.
Juan de los Palotes
19 junio 2020